Tenemos que rendirnos a una inevitable realidad: los libros de papel serán sustituidos totalmente por los libros digitales en unas cuantas décadas.
Hasta los mismos escritores, principales críticos del libertinaje de la publicación de textos en Internet, por el tema de los derechos de autor, están empezando a entender que es un cambio ineludible.
El brasileño Paulo Coelho, un escritor que ha tenido gran éxito de ventas con libros como “El Alquimista”, “El don supremo” y “Ser como el río que fluye”, declaró recientemente en la Feria del Libro de Fráncfort (Alemania) que los editores no deben considerar a Internet como un enemigo, según registra un despacho de la AFP.
Coelho debe ser uno de los autores exitosos más golpeados por la piratería editorial en línea, pero no duda en defender las ventajas del libro digital.
Y tiene razón en gran parte, pues según algunas cifras de organizaciones que investigan las tendencias de Internet, en unos diez años, la venta de libros digitales superará a la de libros de papel.
Por supuesto, el riesgo de copia ilegal existe en los libros digitales, igual que ha existido en los de papel, como lo demuestran las miles de millones de fotocopias que los estudiantes universitarios tuvieron que sacar para no pagar el alto costo de algunos textos especializados.
La tecnología ayuda a reproducirlos más rápidamente, pues cualquiera con un escáner de capacidad media puede sacar millones de copias digitales de cualquier libro de papel actual.
Tarde o temprano, los editores tendrán que enfrentarse al problema que han tenido las casas productoras de discos o videos, y que en lugar de frenar la revolución de la música digital, la han expandido a través de otras formas de comercialización.
El principal enemigo de los editores de libros impresos, como lo fue también el de las casas disqueras, es el alto costo. Inevitablemente, tendrán que adaptarse al cambio y vender los ejemplares digitales a costos mucho menores, ya que se ahorrarán gastos de papel y tinta, que son los más altos.
Todavía, sin embargo, la revolución editorial digital es selectiva, porque los aparatos lectores son caros y es difícil acostumbrar a la gente a leer en las pantallas de sus equipos de escritorio.
Amazon vende hace cierto tiempo un lector de libros electrónicos llamado “Kindle”, Sony vende otro y Polymer Vision uno llamado “Readius”, cuya pantalla se enrolla, pero todos ellos, además de costosos, no logran producir la misma sensación de leer un libro impreso en papel. Por ahora, su gran ventaja es que se pueden cargar cada vez con decenas de los libros que se hayan comprado en línea y guardado en discos compactos o sistemas de almacenamiento USB, para leerlos en cualquier parte, pues todos los aparatos son del tamaño de un libro de bolsillo. Amazón ofrece más de 18 mil títulos de esta forma.
Kindle tiene la ventaja adicional de su conexión inalámbrica a Internet, por lo que los lectores pueden descargar contenidos en cualquier lugar. Pero aunque tiene un sistema que intenta imitar plenamente la apariencia de las letras sobre el papel, todavía el resultado es precario.
La industria editorial no se ha quedado realmente quieta. Random House anunció 6.500 títulos en formato digital para el próximo año. Barnes & Noble, pondrá en su página de Internet el texto completa de muchos de los libros que vende.
En el sector universitario, el sistema llamado e-Libro ya está poniendo al servicio de todas las bibliotecas y usuarios de banda ancha contenidos académicos, textos, artículos de revistas científicas, investigaciones, tesis, etc., cobrando sumas módicas que sin embargo, alcanzan para pagar los derechos de autor. Los fabricantes de este software firmaron acuerdos con más de 150 editoriales académicas. En Colombia, la institución llamada Universitaria de Investigación y Desarrollo (UDI) que ofrece programas de pregrado, postgrado y diplomados, trabaja con este sistema, que permite a sus alumnos acceder a decenas de miles de libros que en papel les hubieran resultado demasiado caros.
Actualmente ofrece más de 20.000 títulos de más de 150 editoriales académicas como McGraw-Hill, Random House, Pearson, Harvard University Press, entre otras.
Pero también hay bibliotecas digitales en todos los idiomas, con muchos títulos que pueden obtenerse gratuitamente.
Además, Google digitalizó millones de libros que están en las principales bibliotecas del mundo y los puso a disposición de todos.
A través del servicio de búsqueda de libros de Google obtuve, por ejemplo, un ejemplar fascimilar del libro “Veladas de la Quinta”, de la Condesa de Genlis, la misma edición de 1941, que había leído de pequeño y que perdí no sé dónde, hecha por la Imprenta de la Viuda de Marín.
También he bajado cientos de libros que ya no se consiguen en las librerías, de autores como Chejov, Boccaccio, Maupassant y D.H. Lawrence. Los de autores modernos, todavía sometidos a derechos de autor pueden bajarse gratis de muchos sitios, pero se corre el riesgo de ser malas traducciones, de haber sido modificados o de estar incompletos.
Definitivamente, el libro digital ya es una realidad en el presente.
*Director Q’hubo
Hasta los mismos escritores, principales críticos del libertinaje de la publicación de textos en Internet, por el tema de los derechos de autor, están empezando a entender que es un cambio ineludible.
El brasileño Paulo Coelho, un escritor que ha tenido gran éxito de ventas con libros como “El Alquimista”, “El don supremo” y “Ser como el río que fluye”, declaró recientemente en la Feria del Libro de Fráncfort (Alemania) que los editores no deben considerar a Internet como un enemigo, según registra un despacho de la AFP.
Coelho debe ser uno de los autores exitosos más golpeados por la piratería editorial en línea, pero no duda en defender las ventajas del libro digital.
Y tiene razón en gran parte, pues según algunas cifras de organizaciones que investigan las tendencias de Internet, en unos diez años, la venta de libros digitales superará a la de libros de papel.
Por supuesto, el riesgo de copia ilegal existe en los libros digitales, igual que ha existido en los de papel, como lo demuestran las miles de millones de fotocopias que los estudiantes universitarios tuvieron que sacar para no pagar el alto costo de algunos textos especializados.
La tecnología ayuda a reproducirlos más rápidamente, pues cualquiera con un escáner de capacidad media puede sacar millones de copias digitales de cualquier libro de papel actual.
Tarde o temprano, los editores tendrán que enfrentarse al problema que han tenido las casas productoras de discos o videos, y que en lugar de frenar la revolución de la música digital, la han expandido a través de otras formas de comercialización.
El principal enemigo de los editores de libros impresos, como lo fue también el de las casas disqueras, es el alto costo. Inevitablemente, tendrán que adaptarse al cambio y vender los ejemplares digitales a costos mucho menores, ya que se ahorrarán gastos de papel y tinta, que son los más altos.
Todavía, sin embargo, la revolución editorial digital es selectiva, porque los aparatos lectores son caros y es difícil acostumbrar a la gente a leer en las pantallas de sus equipos de escritorio.
Amazon vende hace cierto tiempo un lector de libros electrónicos llamado “Kindle”, Sony vende otro y Polymer Vision uno llamado “Readius”, cuya pantalla se enrolla, pero todos ellos, además de costosos, no logran producir la misma sensación de leer un libro impreso en papel. Por ahora, su gran ventaja es que se pueden cargar cada vez con decenas de los libros que se hayan comprado en línea y guardado en discos compactos o sistemas de almacenamiento USB, para leerlos en cualquier parte, pues todos los aparatos son del tamaño de un libro de bolsillo. Amazón ofrece más de 18 mil títulos de esta forma.
Kindle tiene la ventaja adicional de su conexión inalámbrica a Internet, por lo que los lectores pueden descargar contenidos en cualquier lugar. Pero aunque tiene un sistema que intenta imitar plenamente la apariencia de las letras sobre el papel, todavía el resultado es precario.
La industria editorial no se ha quedado realmente quieta. Random House anunció 6.500 títulos en formato digital para el próximo año. Barnes & Noble, pondrá en su página de Internet el texto completa de muchos de los libros que vende.
En el sector universitario, el sistema llamado e-Libro ya está poniendo al servicio de todas las bibliotecas y usuarios de banda ancha contenidos académicos, textos, artículos de revistas científicas, investigaciones, tesis, etc., cobrando sumas módicas que sin embargo, alcanzan para pagar los derechos de autor. Los fabricantes de este software firmaron acuerdos con más de 150 editoriales académicas. En Colombia, la institución llamada Universitaria de Investigación y Desarrollo (UDI) que ofrece programas de pregrado, postgrado y diplomados, trabaja con este sistema, que permite a sus alumnos acceder a decenas de miles de libros que en papel les hubieran resultado demasiado caros.
Actualmente ofrece más de 20.000 títulos de más de 150 editoriales académicas como McGraw-Hill, Random House, Pearson, Harvard University Press, entre otras.
Pero también hay bibliotecas digitales en todos los idiomas, con muchos títulos que pueden obtenerse gratuitamente.
Además, Google digitalizó millones de libros que están en las principales bibliotecas del mundo y los puso a disposición de todos.
A través del servicio de búsqueda de libros de Google obtuve, por ejemplo, un ejemplar fascimilar del libro “Veladas de la Quinta”, de la Condesa de Genlis, la misma edición de 1941, que había leído de pequeño y que perdí no sé dónde, hecha por la Imprenta de la Viuda de Marín.
También he bajado cientos de libros que ya no se consiguen en las librerías, de autores como Chejov, Boccaccio, Maupassant y D.H. Lawrence. Los de autores modernos, todavía sometidos a derechos de autor pueden bajarse gratis de muchos sitios, pero se corre el riesgo de ser malas traducciones, de haber sido modificados o de estar incompletos.
Definitivamente, el libro digital ya es una realidad en el presente.
*Director Q’hubo
6 comentarios:
inevitable realidad.
Ya es bien cierto que la internet se ha enfrentado con muchos sectores, y que se sabe que es el presente de una realidad cambiante día a día, nos damos cuenta que las bibliotecas serán vistas como espacios arquitectónicos de cultura ya que en la actualidad se cuenta con un medio electrónico de búsqueda rápida.
en cuanto a los libros digitales no es de sorprenderse ya que es un medio en el cual se podrá tener acceso a diferentes textos sin tener que acudir a otros libros.
Hola compañeros
No es raro escuchar o ver este tipo de noticias, si nos ponemos a pensar en otros paises ya esto existe...para alla es que vamos...asi que a comprar lentes para colocarse a leer los libros por el pc, esto va a generar un impacto para aquellas pesonas empedernidas a la lectura, que generalmente buscas los lugares mas comodos para leer...que iran hacer para contarrestar ese avance tecnologico...e impacto positivo para las librerias que minimizarian un espacion enorme...hay que pensar en oportunidades de negocio desde ya para ese entonces encontrar el mejor beneficio.
Carlos Cortecero.
hola de verdad que es un gran paso me imagino que estaran desarrollando libros para todo tipo de edades en el internet,asi como vamos todo se va a manejar de ahi creo que estamos llegando a la era de los muñequitos de nuestra infancia donde eso era algo super sobrenatural que tal el portatil que podamos cargar en un chip y hacer conexion a internet desde cualquier lugar
hay algo de razon en lo que se refiere a que los libros digitales han adquirido un gran auge.
pero se requiere dar el gran paso, desarrollo de nuevas tecnologias que permitan tener una biblioteca virtual.
por otro lado el libro de papel es un icono y sera por mucho tiempo mas debido aqu es una forma de comunicacion instantanea, real y con parametros bien definidos, por eso pienso que el libro nunca desapareciera
Bien es claro que el desarrollo y la evolución está representado en todos los aspectos de la actualidad lo que para nosotros en estos momentos es tecnología en un futuro no muy lejano será simplemente obsoleto, por lo tanto esto nos hace pensar que los procesos de transición no son de completa aceptación desde el inicio y cabe resaltar que las preferencias entre usuarios siempre varían pero al final no se debe resistir a poder asimilar las nuevas tecnologías y a disfrutar de ellas
Si bien es cierto que la tecnología cada día esta avanzando nosotros no podemos apegarnos a las cosas u objetos tradicionales, siempre y cuando la tecnología sea para beneficio de muchos, eso quiere decir que es bueno. Los libros digitales serán más fáciles de adquirir, no se tendría que talar los árboles para hacer las hojas de los libros, también se podrán cambiar obras con tan solo cambiado el chip, ¿Se podrán imaginar las bibliotecas publicas? Y no se diga para comprar una libro determinado solo bastaría con entrar a Internet
Y así el chip será una manera de más práctica de transportar, ¿Cuantos libros podría cargar en un bolsillo?, ¿mas fácil aun cuantos Chip libros podría cargar en un bolsillo?
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