
Autor: Pamela Carrasco T.
Cartas coleccionables interactivas, brigadas escolares contra el cibercrimen o CD de reguetón educativo son algunas de las fórmulas que entusiastas profesores de todo Chile están usando para cautivar a sus alumnos dentro de la sala de clases y que dieron a conocer en la Jornada de Informática Educativa Expo-Enlaces 2008. A través del uso y apropiación de tecnologías, profesores de todo Chile demostraron que están dando un paso más allá de la conectividad para crear contenidos. Ejemplos hay de sobra.
En Los Andes se juntaron los profesores de Lenguaje y Comunicación, Inglés, Educación Artística y Educación Física de la Escuela F N° 128 Ferroviaria y les propusieron a los niños crear un “Wurlitzer Colegial”. El desafío era hacer un CD, y para eso buscaron en la red “midis” canciones famosas de hip hop o reguetón, que usaron como pistas para inventar letras de temas valóricos sobre la amistad, las drogas, etc. Después tradujeron esas canciones al inglés, y las guardaron en el computador. También hicieron un cancionero, un CD y un video clip con presentaciones de canto y baile. Así, además de pasarlo bien, los niños aprendieron a escribir creativamente, perfeccionaron el inglés, mejoraron sus movimientos corporales y de coordinación y aprendieron cómo se crean los textos musicales.
Una idea distinta, pero igual de ingeniosa, se le ocurrió a la profesora Carmen Gloria Lienlaf para enganchar a sus alumnos de Lenguaje y Comunicación. Aprovechándose de la moda por las cartas coleccionables, decidió proponerles a sus alumnos de 7 básico de la escuela Nº 953 José Artigas, de Recoleta, que crearan sus propios mazos. Los estudiantes formaron sus grupos y empezaron a confeccionar las cartas con la ayuda del software gratuito “Magic Warcraft”, desde donde debían seleccionar y diseñar imágenes, describir personajes, establecer reglas y puntajes y otras actividades que les permitieron ir aplicando su creatividad y expresión en la producción escrita y digital. “Gracias a esto, los niños mejoraron su ortografía, redacción y comprensión lectora, aumentaron su vocabulario y fueron capaces de socializar sus escritos con el resto del curso, usando una simple herramienta, como es el corrector ortográfico de Word y un programa”, cuenta Lienlaf.
En Antofagasta, las profesoras Adela Villagra y Yesbel Claros, del colegio Divina Pastora, querían no sólo usar la tecnología, sino que también pensar en ella. Como parte de las áreas de Lenguaje y Comunicación y Orientación, les pidieron a sus alumnas de 8° básico que crearan “Brigadas Escolares contra el CiberCrimen”, para que juzgaran situaciones aparentemente delictivas. Los grupos investigaron y luego presentaron sus conclusiones ante a un “tribunal”. “Así tomaron conciencia de las ventajas y desventajas de internet y lograron una mirada crítica ante el cúmulo de información que reciben”, dice Claros.
Mucho más al sur, en San Juan de la Costa (X Región), el profesor Hardy Ojeda quería que los niños de 3° y 4° básico de la escuela intercultural mapuche huilliche Paucho se conectaran con sus raíces a través de las tecnologías y profundizaran sus conocimientos de Lenguaje y Comunicación y Comprensión del Medio. Para eso trabajó con ellos en la creación de un software con cuentos y relatos de la tradición oral de las tierras del sur, guías de trabajo, juegos y un glosario de su lengua originaria.
Pero los profesores de Enlaces no son los únicos que están haciendo cosas. El Colegio Craighouse no sólo tiene proyectores en sus aulas y carritos de laptops portátiles que van de sala en sala, sino que además crearon un set de materiales educativos con uso de Tecnologías de Información y Comunicación, TIC. Magdalena Naveillán, coordinadora del Centro de Tecnología Educativa del colegio, dice que aunque en la red había buenos materiales para el apoyo de clases, no siempre estaban ligados al currículum nacional ni a nuestra idiosincrasia, por lo que era mejor crear propios.
Claro que el Craighouse decidió no guardarse esto sólo para el colegio, así que desde el año pasado entregó gratuitamente parte de estas herramientas a más de 30 escuelas del proyecto Chileaprende, de Fundación País Digital. Además, se transformaron en el primer colegio privado en donar este tipo de recursos a todo el país a través del portal Educarchile. En el área de Recursos Educativos de www.educarchile.cl se pueden ver los primeros materiales.
Otra ayuda viene desde la Universidad de Chile, que para apoyar las clases de Biología creó un software virtual que simula el trabajo que se podría realizar en un laboratorio de Biología Molecular y Biotecnología. El proyecto es parte de la Iniciativa Científica Milenio llamada Centro de Neurociencias Integradas (CENI), y se está aplicando en el Colegio Salesiano Oratorio Don Bosco.
En un concepto más de comunidad, la Universidad Técnica Federico Santa María creó Aprendaris, una plataforma virtual gratuita donde los profesores pueden publicar las tareas para sus alumnos. El sistema permite que los trabajos sean desarrollados a través de un buscador 2.0, que recibe archivos que se pueden “ranquear” y que discrimina el nivel escolar al que pertenecen los alumnos. Luego, los niños reciben sus notas en el mismo portal.
La tasa de alumnos por computador es el mejor indicador del nivel de acceso a tecnología en la educación. En el año 2000, la tasa era de 70 alumnos por PC, en 2002 fue de 57, en 2005 bajó a 30 y en 2007 a 26. Para 2010 se espera una tasa de 10.
En Los Andes se juntaron los profesores de Lenguaje y Comunicación, Inglés, Educación Artística y Educación Física de la Escuela F N° 128 Ferroviaria y les propusieron a los niños crear un “Wurlitzer Colegial”. El desafío era hacer un CD, y para eso buscaron en la red “midis” canciones famosas de hip hop o reguetón, que usaron como pistas para inventar letras de temas valóricos sobre la amistad, las drogas, etc. Después tradujeron esas canciones al inglés, y las guardaron en el computador. También hicieron un cancionero, un CD y un video clip con presentaciones de canto y baile. Así, además de pasarlo bien, los niños aprendieron a escribir creativamente, perfeccionaron el inglés, mejoraron sus movimientos corporales y de coordinación y aprendieron cómo se crean los textos musicales.
Una idea distinta, pero igual de ingeniosa, se le ocurrió a la profesora Carmen Gloria Lienlaf para enganchar a sus alumnos de Lenguaje y Comunicación. Aprovechándose de la moda por las cartas coleccionables, decidió proponerles a sus alumnos de 7 básico de la escuela Nº 953 José Artigas, de Recoleta, que crearan sus propios mazos. Los estudiantes formaron sus grupos y empezaron a confeccionar las cartas con la ayuda del software gratuito “Magic Warcraft”, desde donde debían seleccionar y diseñar imágenes, describir personajes, establecer reglas y puntajes y otras actividades que les permitieron ir aplicando su creatividad y expresión en la producción escrita y digital. “Gracias a esto, los niños mejoraron su ortografía, redacción y comprensión lectora, aumentaron su vocabulario y fueron capaces de socializar sus escritos con el resto del curso, usando una simple herramienta, como es el corrector ortográfico de Word y un programa”, cuenta Lienlaf.
En Antofagasta, las profesoras Adela Villagra y Yesbel Claros, del colegio Divina Pastora, querían no sólo usar la tecnología, sino que también pensar en ella. Como parte de las áreas de Lenguaje y Comunicación y Orientación, les pidieron a sus alumnas de 8° básico que crearan “Brigadas Escolares contra el CiberCrimen”, para que juzgaran situaciones aparentemente delictivas. Los grupos investigaron y luego presentaron sus conclusiones ante a un “tribunal”. “Así tomaron conciencia de las ventajas y desventajas de internet y lograron una mirada crítica ante el cúmulo de información que reciben”, dice Claros.
Mucho más al sur, en San Juan de la Costa (X Región), el profesor Hardy Ojeda quería que los niños de 3° y 4° básico de la escuela intercultural mapuche huilliche Paucho se conectaran con sus raíces a través de las tecnologías y profundizaran sus conocimientos de Lenguaje y Comunicación y Comprensión del Medio. Para eso trabajó con ellos en la creación de un software con cuentos y relatos de la tradición oral de las tierras del sur, guías de trabajo, juegos y un glosario de su lengua originaria.
Pero los profesores de Enlaces no son los únicos que están haciendo cosas. El Colegio Craighouse no sólo tiene proyectores en sus aulas y carritos de laptops portátiles que van de sala en sala, sino que además crearon un set de materiales educativos con uso de Tecnologías de Información y Comunicación, TIC. Magdalena Naveillán, coordinadora del Centro de Tecnología Educativa del colegio, dice que aunque en la red había buenos materiales para el apoyo de clases, no siempre estaban ligados al currículum nacional ni a nuestra idiosincrasia, por lo que era mejor crear propios.
Claro que el Craighouse decidió no guardarse esto sólo para el colegio, así que desde el año pasado entregó gratuitamente parte de estas herramientas a más de 30 escuelas del proyecto Chileaprende, de Fundación País Digital. Además, se transformaron en el primer colegio privado en donar este tipo de recursos a todo el país a través del portal Educarchile. En el área de Recursos Educativos de www.educarchile.cl se pueden ver los primeros materiales.
Otra ayuda viene desde la Universidad de Chile, que para apoyar las clases de Biología creó un software virtual que simula el trabajo que se podría realizar en un laboratorio de Biología Molecular y Biotecnología. El proyecto es parte de la Iniciativa Científica Milenio llamada Centro de Neurociencias Integradas (CENI), y se está aplicando en el Colegio Salesiano Oratorio Don Bosco.
En un concepto más de comunidad, la Universidad Técnica Federico Santa María creó Aprendaris, una plataforma virtual gratuita donde los profesores pueden publicar las tareas para sus alumnos. El sistema permite que los trabajos sean desarrollados a través de un buscador 2.0, que recibe archivos que se pueden “ranquear” y que discrimina el nivel escolar al que pertenecen los alumnos. Luego, los niños reciben sus notas en el mismo portal.
La tasa de alumnos por computador es el mejor indicador del nivel de acceso a tecnología en la educación. En el año 2000, la tasa era de 70 alumnos por PC, en 2002 fue de 57, en 2005 bajó a 30 y en 2007 a 26. Para 2010 se espera una tasa de 10.
1 comentario:
Actualmente, podemos admirarnos cada vez más del avance tecnológico desenfrenado de las últimas décadas, pero así mismo, vemos con agrado que se hace más cotidiano en nuestras vidas, todas las personas han tenido un gran acercamiento hacia el uso de nuevas tecnologías y han acogido con gran receptividad estas herramientas, tanto así, que actualmente son esenciales para el desarrollo académico y personal de cada estudiante; por lo que es de gran importancia conocer y manejar este tipo de equipos para llevar a cabo muchas de nuestras funciones diarias, la comunicación, la difusión de conocimiento, la búsqueda de información y el contacto rápido y eficaz que se establece a través de las redes. En vista de esta gran revolución tecnológica, no queda más que encontrar los grandes beneficios de su aplicación y las formas creativas de hacerlo, estamos sometidos a las tecnologías o las ponemos a nuestro servicio.
Claudia Marcela Restrepo. Ingeniería Industrial. Sem VIII.
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