martes, 4 de agosto de 2009

La gran mentira de "a igual puesto, igual remuneración"


Posiblemente la afirmación del título fuera verdadera en un contexto de empresa industrial, mecanicista, donde no importa quién "ajuste la tuerca", siempre y cuando la tuerca quede bien apretada.
En la empresa de hoy, y especialmente en las de servicios, sostener que "a igual puesto, igual remuneración", no sólo es una tontería, sino que es un fuerte incentivo a la mediocridad, que conspira contra el verdadero desarrollo de los profesionales.

En realidad, el parámetro que debe considerarse para establecer la retribución de los trabajadores es el valor que aportan a la organización.

Esto es válido tanto para la empresa moderna como para la fábrica anticuada de nuestro ejemplo inicial. Si dos trabajadores ajustan la tuerca correctamente, el valor para la organización es el mismo, y por lo tanto no amerita ninguna diferencia de salario, aunque uno sea un operario básico y el otro un ingeniero especializado.

En un contexto de estabilidad, con parámetros predecibles, puestos de trabajo claramente definidos y responsabilidades acotadas, probablemente no sea tan disparatado pensar que, una vez definido el puesto de trabajo que se trate, se podrá estimar con bastante precisión el valor que dicho puesto aporta a la organización. Por lo tanto, es lógico pensar que “a igual puesto igual remuneración”.

El panorama cambia cuando estudiamos puestos de trabajo con resultados más complejos, donde los desempeños de dos trabajadores en el mismo puesto son sustancialmente diferentes. El ejemplo más extremo lo tenemos quizá en los equipos deportivos, donde a nadie puede ocurrírsele que los tres posibles centrodelanteros deban cobrar lo mismo. Probablemente uno de ellos sea más goleador que otros, o marque mejor, o tenga mayor velocidad. El puesto de trabajo, en estos casos, no es más que una pequeña indicación de cómo aporta valor la persona, pero no suele decir mucho respecto a cuánto valor genera, y por lo tanto, no sirve para establecer el monto del salario.

En organizaciones intensivas en talento, donde no da lo mismo que a un cliente lo atienda un trabajador u otro, o que el equipo esté liderado por uno u otro directivo, la lógica de “a igual puesto igual remuneración” pierde toda validez.

Uno de los grandes retos que enfrenta hoy la Dirección de RRHH en las empresas es ser capaz de medir con la mayor precisión posible el valor que cada uno de sus trabajadores aporta a la empresa.

Puede que en algunos casos sea sensato agrupar varios trabajadores cuyos trabajos sean relativamente similares, y cuyas responsabilidades no permiten grandes diferencias de valor agregado. En esos casos, quizá sea sensato hacer una simplificación y retribuir por puesto de trabajo.

En otros casos, donde el valor agregado lo pone la experiencia, conocimientos, habilidades, contactos, etc. de la persona individual, no habrá más remedio que tomarse el trabajo de buscar –hasta encontrarlos- indicadores (objetivos y subjetivos) del valor que dicha persona aporta a la empresa, para retribuirla en función de ellos.

Es obvio que esto genera innumerables dolores de cabeza, porque si esto no se hace bien, es muy fácil caer en arbitrariedades e injusticias. De todas formas, evitar cobardemente el desafío de medir el valor real del aporte de cada persona, implica una injusticia igualmente grande y peligrosa.

Además, si no asumiéramos tal desafío, desde la propia Dirección de RRHH, que se supone debe vigilar para que en la empresa no se trate a las personas como máquinas, estaríamos haciendo precisamente eso.

3 comentarios:

ariellunapedroza dijo...

"La gran mentira de "a igual puesto, igual remuneración"" es un tema muy interesante para las personas que se encuentran laborando y normal mente se tropiezan muy ocasionalmente con este tema, es una gran mentira, por que es normal que en una empresa no califique o no incentivé a una persona que sea muy eficiente y eficaz en su lugar de trabajo, en mi persona conozco muchos casos en que existen trabajadores calificados como ingenieros y los tienen trabajando aun de operadores, empresas grandes, pequeña en este país es muy normal porque esta acostumbrado a utilizar solo lo que necesitan del trabajador o persona, nos limitan a crecer, y para mi concepto es lo que mantiene a muchas empresas pequeñas al (no rendimiento competitivo) y se estancan en lo mismo, hay que innovar y para eso hay que poner a rendir a los trabajadores capacitándolo, motivándolo a crecer como un buen profesional

Unknown dijo...

Pienso que la remuneración en las empresas debe hacerse dependiendo de las responsabilidades y según las capacidades y actittudes, que tiene el empleado para desarrollarse en dicho puesto, por ende si un empleado tiene en su cargo iguales responsabilidades que otro su remuneracion debe ser igual.

Maria Elena Rivas dijo...

Pienso q sobre el articulo hay algo muy importante q se debe considerar para dar un juicio final y decidir si es conveniente o no pagar lo mismo a un empleado q tenga igual puesto a otro sin considerar su nivel de educación.

Lo primero a tener en cuenta es según mi punto de vista LA EXPERIENCIA;un trabajador que lleve 20 años operando una maquina y que haya demostrado sus capacidades, haya hecho crecer a la empresa y haya innovado procesos desde su nivel técnico de educación NO merece tener un salario inferior a un Ingeniero recien graduado q va a iniciar sus pasitos hacia el aprendizaje propiamente real.

Sin embargo, no se puede desmeritar e ignorar los alcances que en su mayoria pudiera tener un profesional, q por su preparación esta capacitado para desempeñar funciones especializadas no basado en la experiencia si no en una BUENA EDUCACION.