lunes, 13 de octubre de 2008

Repitió y repitió... repetiré y repetiré


Un carpintero boyacense con un nombre interesante, Rubicundo Hastamorir, fue reclutado para ir a trabajar con una multinacional en Arabia en 1978. Al percatarse que no se podía tomar trago, tomó la decisión de encargar grandes cantidades de panela para hacer guarapo guandolo (bebida fermentada de panela con cáscara de piña). La bebida que inicialmente era para él, fue contagiándose a otros compañeros de trabajo. Habían varios frentes de trabajo – colombianos, belgas, alemanes, norteamericanos, franceses y el que más avanzaba era el de Rubicundo, compuesto por obreros, técnicos e ingenieros colombianos.

Un buen día, el Presidente de la compañía visitó la ubicación donde trabajaba Rubicundo. Ante ese calor, pidió algo de tomar y le dieron su vaso grande de guarapo. Repitió y repitió. Unos días después, llamaron al jefe de Rubicundo de apellido Gónima, también colombiano a las oficinas de la presidencia del complejo empresarial. El susto de Gónima y de los colombianos fue brutal. Pensaron que como la bebida era fermentada en un país que restringe las bebidas alcohólicas, habría grandes represalias.

Cual no sería la sorpresa cuando Gónima se enteró que el Presidente quería que le fabricaran 1,000 litros diarios para reemplazar la gaseosa. De ahí Rubicundo Hastamorir pasó de ser carpintero a ser productor de guarapo para los ejecutivos y obreros de la multinacional.

Esta historia que me contó recientemente Luis Angel es una muestra más de que tenemos muchos tesoros no descubiertos. A veces no sabemos que los tenemos hasta que alguien nos los hace ver. A veces, requiere pioneros de paradigmas que rompan las taras y las trabas y se lancen a hacer aquello que muchos sabemos o presentimos que puede ser una buena idea empresarial pero no nos atrevemos a hacerla.

Recientemente estuve en un café que me gusta mucho – La Bagatelle. Pedí un Elixir de la Felicidad. La mesera me dijo que no sabía que era eso. Le dije que es una agua panela fría con bastante hielo en un vaso grande con jengibre en polvo. Me dijo que no la tenían pero que era una buena idea…que por qué no se lo comentaba al dueño quien ahí se encontraba. Así lo hice. El dueño me prometió que en un par de semanas, tendrán ese producto en su menú.

Iré a este café a comprobar si eso es así. Y si así es, repetiré y repetiré

5 comentarios:

samael arnedo elles dijo...

Pues muy constructiva la historia y pues argumento que no solo debemos pensar en que tenemos tesoros ocultos además de esto debemos analizar que algunas veces para poder triunfar debemos romper algunas reglas y algunas veces debemos tener en cuenta que el ser emprendedores es la única forma de alcanzar el éxito en cualquier área o mercado en el que nos lo propongamos.

Unknown dijo...

Muchas veces no aplicamos el viejo y concido refran " nadie es profeta en su tierra", y Colombia es un pais que aun esta virgen. tenemos una creatividad inmensa y debemos sacarla a relucir.
Colombiano que se respete nunca se queda cruzado, falta es mas apoyo de uno mismo y dejar la envidia y tiradera. eso si fue una idea de negocio excelente.

Unknown dijo...

como todos en el mundo hay tantas cosas por descubri hasta que alguien no la menciona no nos damos cuenta que es algo con lo que se puede negociar y vivir de ello y como dicen los periodistas "dejar el nombre del pais en alto" la verdad no se por que lo dicen pero aja.
No nos engañemos nosotros no somos los unicos que tenemos cosas que proporcionarle al mundo por que si asi fuera seriamos potencia y eso esta muy pero muy lejos


Juan Carlos Garcia Rodriguez

nilson j lopez bello dijo...

cordial saludo
con respecto a nuestros tesoros ocultos, puedo decir que cada persona dentro de si tiene una forma de analizar y crear ideas de mejoras en cada proceso de la vida cotidiana o laboral y esto es que nos hace diferentes a los demas. los invito a que expresemos nuestras ideas de mejoras de cada o innovemos nuestros alrededores para satifacer nuestras necesidades.
nilson j lopez

Anónimo dijo...

hola.

es una buena historia, hay cosas con la que convivimos diariamente y que se nos hacen tan normal que no pensariamos que con eso podria cambiar nuetra vida. como dice la historia hay cosas que no las vemos hasta que alguin no las hace ver. ahora bien sera que nos tenemos que ir para otra cultura para ver que se puede implementar?